Quienes conciben a la confrontación y el circo como las únicas variables para trascender, siempre encuentran una punta para desatar la madeja de los actos reñidos con la moral y la ética.

Si bien el deporte del fútbol desata pasiones dentro de la cancha, el pretender lastimar una institución luego de una victoria bien lograda en el césped e indicar que se “desea lo ´mejor´ al Tigre y a su Cuerpo Técnico”, arremetiendo contra el Club y amenazando con procesos “hasta las últimas consecuencias…..”, pinta de cuerpo entero la doble moral e hipocresía de los adláteres que rodean nuestro vapuleado deporte.

El Directorio a la cabeza del Presidente Cesar Salinas está

plenamente consciente sobre la calidad de persona y profesional que ha incorporado a la institución. La mediocridad ve que la única forma de cortar el impetuoso y exitoso ciclo Farías es a través de acciones extra-futbolísticas . El DT sabe que en este tipo de contextos al excelente hay que frenarlo ya que desnuda las limitaciones y flaquezas de los otros, y eso no es bueno para el “sistema”. Esto ya le sucedió en mayor o menor grado a Marcelo Bielsa en su propia Argentina y en Chile.

Farias antes de venir a Bolivia analizó el entorno y el medio, y apostó a ganador. Vino a hacer historia y a dejar un legado positivo. Llegó para transmitir todo su bagaje de conocimientos, leídos y en campo. Planificó, supo rodearse, armó un vasto Cuerpo Técnico muy competente. Analizó el potencial y las debilidades de nuestro fútbol de una manera empresarial, pero también deportiva. Revisó aciertos y errores y los pasó por el tamiz del sentido común. Incorporó tecnología deportiva y laboró profesionalmente en el ámbito motivacional y psicológico-mental.

Por ese trabajo metódico y los resultados alcanzados es que el nivel del balompié en Bolivia se encuentra en otro nivel, así de simple.

Nuestro DT no es un profesional reciclado ni alguien que vino con varios años, sin dirigir y condicionado. Representa una nueva corriente en el fútbol donde el manejo corporativo es la base de su ideología profesional. No otra cosa es la doble participación en la Libertadores de América actual, o la descollante actuación de las divisiones menores del país que lo vio nacer –que vienen cosechando lo que nuestro estratega sembró.

Cabe en estos momentos esperar un respetuoso equilibrio en todo el ambiente del balompié nacional. Un renunciamiento a las posiciones cortoplacistas de interés que solo embarran la cancha. Algún día podrá dar Cesar Farías un paso al costado. Pero no debemos desterrar el Método Farías. Creemos que ese es el camino. Cortarlo y hacer caso a la mediocridad sería simplemente una estupidez.

Leonardo Costas; 2do. Vicepresidente del Club The Strongest