Sporting Cristal (1) vs. The Strongest (0)
Si dijimos que Sporting Cristal era un equipo para tener en cuenta no era con la intención de tenerle miedo, sino respeto y no cometer el gravísimo error de subestimarlo en su propia cancha.

Pero como los extremos nunca son buenos, cometer el otro gravísimo error de tenerle demasiado respeto al rival más accesible del grupo nos lleva al mismo resultado.

Ni salir a cancherear ni ratonear y salir solo a defenderse, es que ¿es tan difícil de entender?
Sporting Cristal es un equipo de Copa Libertadores, pero eso no quita que los peruanos sean la cenicienta del grupo, el equipo al que Fluminense ya le sacó puntos y al que River, casi con total seguridad, también le sacará tres. Por tanto, perder con ellos, e incluso empatar con ellos, es casi sinónimo de eliminación.

Este partido era el único que no se debía ratonear, era el único al que, sin dejar de respetar al rival, había que salir a atacar y ganar, y si se perdía pues no pasaba nada, pero las posibilidades de ganar eran altísimas, porque seamos sinceros, ningún equipo del Perú es más que Bolívar, Always o Nacional Potosí.

Obviamente que los peruanos dominaron el encuentro y atacaron, obviamente que su gol iba a venir por un error defensivo nuestro o una carambola como efectivamente pasó, porque eso es lo que pasa cuando juegas tan mezquinamente frente a un rival al que con el potencial que tenemos, podíamos haberle sacado no uno, sino tres puntos.

Y el gol de chiripa les llegó en el momento perfecto para ellos, al final. Porque cuando un equipo sin ambiciones ve perder el punto que mezquinamente iba a buscar con un empate a cero, ve perder su punto, recién intenta irse adelante y ya no hay tiempo ni piernas, y si, mucha desesperación y nervios.

Y esta vez Rescalvo metió la pata de principio a fin. Primero con un planteamiento con pobres aspiraciones y luego con cambios sin sentido, que hicieron que el equipo “reaccione” sin contar con sus jugadores clave.

Con este resultado ya no dependemos de nosotros mismos para seguir compitiendo en este torneo, y lo peor es que nos saca de esta competencia un rival tan flojo y que les aseguro no volverá a ganar otro partido más.

Solo queda intentar ganarle a Fluminense en La Paz, cosa difícil porque los brasileños no le tienen miedo a la altura y siempre sacan puntos en el Siles; y tratar de no hacernos golear en Buenos Aires, porque River es un gigante desesperado que hizo sacudir gravemente en Río de Janeiro y su venganza y sus aspiraciones se centrarán en Cristal y nosotros.

Por supuesto, ya sería el colmo de la infamia si no pudiéramos ganarles a los peruanos en Miraflores. Cometer el mencionado error del otro extremo.

Ni modo, pero ojalá alguna vez abriéramos esas páginas que los jugadores y técnicos cada año cierran y releer la historia para dejar de cometer estos errores. Pero por ahora no queda más que hacer eso: cerrar la página y pensar en el siguiente partido.

¡¡¡Vamos Tigre!!!